Un reciente estudio publicado en la revista científica Environmental Science and Pollution Research ha indicado que la influencia de la radiación nuclear influye de forma significatíva en el sexo de los bebés por nacer, marcando una diferencia en cantidad y proporción relativa de nacimientos entre bebés mujeres y bebés varones.
La radiación ionizante por lo tanto deja marca en las tasas de nacimientos según género en aquellas zonas con una alta radiación de origen nuclear, según estudios realizados recientemente y comparados con investigaciones pasadas, tiempos en los que las grandes potencias realizaban ensayos y explosiones nucleares sobre la superficie terrestre, como ocurrio a principios de la década de los años 60′, teniendo en cuenta además el conocido caso de Chérnobil y los índices de nacimientos en las zonas cercanas donde ocurrio el accidente con el reactor nuclear ruso.
Los resultados indican que en sectores donde se registra un aumento de la radioactividad se observa en consecuencia un aumento de nacimientos de bebés varones por sobre la cantidad de nacimientos de bebés femeninos, por lo que en zonas donde hay radiación nuclear nacen más niños, en comparación con los nacimientos cotidianos en zonas geográficas alejadas de los centros radiactivos.
El fenómeno de niños por sobre niñas se ha registrado tanto en las tasas de nacimientos de Chérnobil, como en los nacimientos entre 1964 y 1975 tiempos en los que hubo gran radiación debido a ensayos de bombas nucleares a cielo abierto, estudiando además las tasas europeas a partor del año 1987, tras el accidente en Rusia, así también como los daños colaterales ocurridos en Estados Unidos.
Tras los descubrimientos, los expertos Hagen Scherb y Kristina Voigt del Helmholtz Zentrum Munchen, a cargo de la investigación, indican:
“todo esto indica que ya no es posible seguir discutiendo si la radiación ionizante en bajas concentraciones tiene, o no, influencia sobre la genética de las personas”.
La radiación ionizante por lo tanto deja marca en las tasas de nacimientos según género en aquellas zonas con una alta radiación de origen nuclear, según estudios realizados recientemente y comparados con investigaciones pasadas, tiempos en los que las grandes potencias realizaban ensayos y explosiones nucleares sobre la superficie terrestre, como ocurrio a principios de la década de los años 60′, teniendo en cuenta además el conocido caso de Chérnobil y los índices de nacimientos en las zonas cercanas donde ocurrio el accidente con el reactor nuclear ruso.
Los resultados indican que en sectores donde se registra un aumento de la radioactividad se observa en consecuencia un aumento de nacimientos de bebés varones por sobre la cantidad de nacimientos de bebés femeninos, por lo que en zonas donde hay radiación nuclear nacen más niños, en comparación con los nacimientos cotidianos en zonas geográficas alejadas de los centros radiactivos.
El fenómeno de niños por sobre niñas se ha registrado tanto en las tasas de nacimientos de Chérnobil, como en los nacimientos entre 1964 y 1975 tiempos en los que hubo gran radiación debido a ensayos de bombas nucleares a cielo abierto, estudiando además las tasas europeas a partor del año 1987, tras el accidente en Rusia, así también como los daños colaterales ocurridos en Estados Unidos.
Tras los descubrimientos, los expertos Hagen Scherb y Kristina Voigt del Helmholtz Zentrum Munchen, a cargo de la investigación, indican:
“todo esto indica que ya no es posible seguir discutiendo si la radiación ionizante en bajas concentraciones tiene, o no, influencia sobre la genética de las personas”.
Juliana Ramírez
Trabajadora Social
Fuente: Pequelia
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