Un paseo todos los días es una de las actividades más recomendadas para aplicar a la rutina que se le va formando al bebé , siendo una experiencia que tanto el niño como sus padres disfrutarán al máximo, aunque solamente sea por unos cuantos minutos, pero el tiempo suficiente para que el pequeño tome aire fresco y rompa un poco con la estructura de su entorno hogareño, sin importar la estación de año.
El paseo entonces debe respetarse dentro de los criterios normales, los días más frescos el niño deberá contar con un abrigo a conciencia para cuidarlo del frío, pero tampoco hay que exagerar ya que abrigar mucho al bebé lo puede constipar. La mejor de las opciones es la de buscar un espacio verde cerca del propio hogar y visitarlo la mayor cantidad de veces posible, un parque o una plaza son perfectas, el niño podrá estar en contacto con la naturaleza y distraerse, manteniendose lejos del estrés que como bien sabemos puede afectar mucho a los niños.
Los días en los que el clima acompañe se deberá aprovechar para jugar con el bebé y hacerle realizar algún tipo de actividad física, ya que con ello se va estimulando un mejor desarrollo y crecimiento a corto y largo plazo, fortaleciendo sus músculos y evitando además los riesgos de padecer de obesidad infantil que son cada vez más comunes dentro de la niñez.
También será buena idea cuando el niño ya se acostumbre a esos paseos diarios, aventurarse un poco más y salir a recorrer sectores que no se visitan de forma frecuente, estimular al niño a que camine solo sin la ayuda de sus padres, pero siempre con vigilancia, o llevarlo a sitios donde pueda compartir unos momentos con otros niños de su edad, ya que todas esas actividades lo ayudarán a sociabilizar y a crecer mucho más felíz y relajado.
Juliana Ramírez
Trabajadora Social
UNMSM
Fuente: Papás Hoy
No hay comentarios:
Publicar un comentario