El denominado síndrome del bebé azul o metahemoglobinemia, es un síndrome que los bebés pueden sufrir por herencia genética o por la exposición a determinadas drogas, alimentos o agentes químicos. Se trata de un trastorno caracterizado por una acumulación de hemoglobina (proteína de los glóbulos rojos que contribuye en el proceso del transporte del oxígeno) anormal.
Dependiendo del caso, la hemoglobina no puede transportar de forma efectiva el oxígeno al organismo y se produce la metahemoglobinemia.
Como hemos dicho, el síndrome del bebé azul puede ser producido por varias razones, en este caso citaremos la relación entre el síndrome y la posible contaminación del acuífero de Vitoria por nitratos, una contaminación que no sólo afecta al medio ambiente, también a la salud de las personas como es en este caso. En un principio, los expertos indicaban que el agua del acuífero no se destinaba al consumo humano y por tanto no existían riesgos para la salud, sin embargo, algunas fuentes de los pueblos sí se abastecen del acuífero y algunas personas recogen el agua indicando que la han bebido toda la vida.
Es muy complicado fiarse de las aguas de fuentes y manantiales, y más tal y como afecta la contaminación al medio ambiente, recordemos que incluso en los polos se ha detectado contaminación. Fruto del consumo del agua contaminada con nitratos, posiblemente provenientes del abono que se realiza en los campos de cultivo u otros productos químicos vertidos por la industria, un bebé que consume este tipo de agua puede sufrir el síndrome del bebé azul. La imposibilidad de transportar el oxígeno por la hemoglobina provoca que la piel del bebé adquiera una tonalidad azul y posteriormente, si no se trata adecuadamente, puede causarle la muerte.
Introduciéndonos un poco más en el síndrome del bebé azul o metahemoglobinemia, podemos saber que existen dos tipos cuando es de carácter hereditario, uno denominado deficiencia de reductasa en eritrocitos, en el que los glóbulos rojos carecen de la enzima citocromo b5 reductasa, responsable de controlar la cantidad de hierro en los glóbulos rojos y en el reparto del oxígeno, y otro denominado deficiencia generalizada de reductasa, en este tipo la enzima citocromo b5 reductasa no funciona en ninguna parte del cuerpo.
Hablamos de la metahemoglobinemia adquirida, más común que las hereditarias y resultante de la exposición a químicos, contaminantes, drogas, etc. Entre los elementos que están más relacionados con la enfermedad de este tipo se pueden citar los nitritos, algunos antibióticos, anestésicos o el benceno, un hidrocarburo derivado de procesos naturales de la naturaleza o de las actividades industriales humanas. Una nota interesante a tener en cuenta, los bebés que comen demasiadas verduras pueden ser más susceptibles a sufrir el síndrome del bebé azul, sobre todo si son verduras de producción industrial que son abonadas con nitratos para que crezcan y se desarrollen con rapidez. También existen algunas hortalizas, tubérculos y verduras más susceptibles a almacenar nitratos, las remolachas o las espinacas, alimentos de los que no se debería abusar en la alimentación infantil.
Además de los síntomas que antes hemos mencionado, se destaca el dolor de cabeza, la fatiga, la falta de energía o la dificultad respiratoria, dependiendo del tipo incluso se puede sufrir un retraso en el desarrollo o el crecimiento, un retraso mental, convulsiones, etc.
JR
Fuente: Pequelia
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