Las niñas pequeñas suelen sentir pasión por el color rosa, lo eligen tanto para su ropa como para los juguetes, dibujos o para cualquier accesorio de la vida cotidiana que les rodea. El color rosa está ligado al sexo femenino mientras que el azul va con el sexo masculino, esto es así desde la antigüedad cuando nacía un varón se le vestía de azul para protegerles de los malos espíritus ya que era el color del cielo, mientras que el rosa se designó a las niñas por ser el color de la piel y la salud.
Con el paso del tiempo esto se ha mantenido y utilizamos estos colores dependiendo del sexo de nuestros hijos por lo que muchas mujeres cuando llegan a la madurez detestan todo lo que se asemeje a ese color. Existe un estudio realizado por la investigadora Anya Hurlbert que explica que la elección de los colores va más allá de motivos culturales o sociales, da una explicación evolutiva.
En la revista Current biology publicó un artículo de su estudio en el que explica como mostró a 171 adolescentes cartulinas con colores combinados una roja y una azul, otra rosa y marrón… y tenían que elegir rápidamente su color preferido en una serie de rectángulos coloreados, los chicos se decantaron por el azul y las chicas por el color rosa. Estos eran estudiantes británicos, entonces decidió repetir la prueba con estudiantes asiáticos por su diferencia cultural, con ello comprobó que el resultado fue el mismo.
Las niñas entre cuatro y cinco años toman conciencia de su identidad sexual y se sienten orgullosas de vestir de color rosa mientras los chicos refuerzan su identidad sexual de otra manera no eligen el azul pero se niegan a vestir de color rosa ya que ese es el color de las niñas, prefieren ropas con dibujos de sus superhéroes favoritos.
Es bueno que los niños elijan su ropa así aprenden a ir tomando pequeñas decisiones para poder afianzándose y tener mejor autoestima. Si la niña odia el color rosa o el niño le llame la atención la ropa de las niñas no debe agobiarnos ya que les atrae probar roles del sexo contrario al suyo quieren descubrir el mundo y les parece divertido, no denota nada raro solo es curiosidad.
Juliana Ramírez
Lic. Trabajo Social
UNSM
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