Los seres humanos somos sociables por naturaleza y necesitamos relacionarnos con otras personas para poder sentir apoyo, cariño, compartir cosas en común e incluso enamorarnos.
Los niños no son diferentes, ya desde pequeños necesitan conocer a otros niños y aprender de ellos. Los primeros amigos de un bebé no tienen porque ser necesariamente otros niños ni otras personas puede que sus primeros amigos sean sus juguetes, o un peluche favorito e incluso un amigo imaginario.
Después cuando el niño vaya creciendo comenzará a sentir curiosidad por los demás niños bien sea cuando sale al parque con sus padres o cuando vaya a la guardería dónde aprenderá a relacionarse con más rapidez y aprenderá muchísimas más cosas que si estuviese sólo en casa, ya que tenderá a imitar a los niños en todo lo que vea, les imitará cuando les vea gatear, cuando les vea pintar, cuando les vea usar la cuchara para comer… Aprenderá a compartir sus juguetes con otros niños y a participar en las actividades en grupo. El niño debe estar con otros niños para comenzar la transición al mundo adulto, de esta manera será un niño más extrovertido, ya que no es conveniente tener al niño solo rodeado de personas mayores, necesita ir perdiendo el miedo a lo desconocido, saber que hay un mundo fuera de los brazos de sus padres.
Cuando vaya creciendo el niño irá eligiendo a sus primeros amigos, poco a poco irá formando su grupo aprendiendo las normas sociales, a compartir, a practicar deportes en grupo, y a jugar con sus amigos y celebrar fiestas y cumpleaños con niños de su edad.
Juliana Ramírez
Lic. Trabajo Social
UNMSM
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