¿Qué es la grafología?
Para empezar, la grafología es la ciencia que estudia las relaciones de la escritura y la psicología de las personas, para distintos fines. Durante la infancia, se puede utilizar la grafología para estudiar la personalidad y el carácter de los niños, y conocer algo más de sus pensamientos y sentimientos.
Según los grafólogos, tanto la conducta, como las emociones, acciones, pensamientos, aptitudes, tipo de relaciones, así como los sentimientos y el nivel de inteligencia de los niños, pueden estar reflejados en su escritura. Un análisis grafológico permite medir y clasificar los rasgos de la escritura, permitiendo una interpretación psicológica del carácter de los niños, igual que los dibujos infantiles.
La escritura está directamente relacionada con la psicología humana. A través de los rasgos de la escritura de un niño se puede conocer las características profundas de su yo, y a partir de eso se puede prevenir posibles trastornos de personalidad y corregir problemas de lecto-escritura como es el caso de la dislexia. También se utiliza la grafología para resolver problemas cognitivos y afectivos detectados en la escritura de los niños, moldeando su carácter respetando su personalidad.
¿Cómo funciona la grafología?
El cerebro manda un mensaje a la mano para escribir y la mano envía un mensaje al cerebro cuando escribe. La repetición disciplinada de un gesto gráfico incide en la actitud mental de quien lo recibe. De este modo, si se reconocen signos negativos en la letra de un niño, como falta de atención, inseguridad, complejos, angustia e introversión, se puede trabajar para convertir estas señales en más concentración, seguridad, mejor autoestima, más alegría, extroversión, modificando la actitud mental del niño. Eso quiere decir que si un niño se muestra perezoso, se le proponen letras de voluntad y empuje; si está angustiado se le acomete las letras que traducen su angustia y se le persigue con letras alegres.
Beneficios de la grafología
La grafología puede mejorar el rendimiento escolar a través de la reconducción de la escritura. Si un niño aprende una grafía compuesta por letras inteligentes y rápidas, puede presentar mejoría en los estudio. Un niño que presenta falta de atención y otras alteraciones del carácter, normalmente presenta una letra ilegible y desordenada.
Por otro lado, la grafología crece con el niño. Un niño de ocho años no puede mantener el mismo modelo caligráfico que a los cinco años porque la escritura acompaña a su desarrollo intelectual y sus conocimientos.
JR.
Fuente consultada:
- El libro "Cartilla Escolar Grafológica de Letras Inteligentes", de María Pilar Besumán
Experta en grafología.
- Grafologicamente.com.ar
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