El mutismo selectivo infantil es un problema de difícil diagnóstico, pero suele detectarse en el colegio, se aprecia una relación con otros niños o adultos peculiar, ya que los niños afectados guardan silencio.
Lo primero que piensan los padres es que el niño es introvertido y tímido y por eso no habla, pero lo que puede ocurrir es que se trata de un temor asociado a diversas situaciones sociales, los niños se sienten observados y guardan silencio, tienen miedo a interactuar.
Decíamos que es difícil de detectar porque el niño que padece mutismo selectivo infantil suele hablar con sus padres o familiares normalmente y por eso, la primera impresión que ofrezca sea timidez.
Según los especialistas, hasta el 90% de los niños que padecen este problema sufren de una especie de fobia social de la que realmente no se conoce la causa, pero se cree que puede tener algo que ver un componente hereditario.
El mutismo selectivo afecta a niños con edades comprendidas entre los tres y los ocho años, aunque sean niños que no se relacionen socialmente, destacan por ser sensibles, curiosos y muy inteligentes. Como contrapartida a estos aspectos positivos, son niños con un alto nivel de ansiedad relacionado con la falta de interacción. Como sabemos la ansiedad puede provocar diversos problemas, depresión estrés, sufrimiento…, aspectos que afectan negativamente al desarrollo psicológico, social, educativo o emocional.
Cuando se pueden tener sospechas de que el niño padece este problema, lo mejor es acudir al especialista para que valore la situación y proporcione el tratamiento más adecuado, por norma general en este tratamiento es necesaria la colaboración de todas las personas cercanas al niño. De este modo se facilita la salida del mutismo, en ningún caso se debe forzar al niño a hablar o interactuar, los consejos del especialista son fundamentales.
No se sabe mucho sobre el mutismo selectivo, existe una carencia de estudios y profesionales que conozcan el problema a fondo, por lo que encontrar un profesional que lo conozca y pueda ayudar a superar este trastorno puede ser una tarea un poco difícil.
Los especialistas aconsejan un modo de actuar específico ante la sospecha del mutismo selectivo infantil, escuchar y actuar los progenitores siempre en la misma dirección sin que existan contradicciones que puedan confundir al niño, cuando el pequeño se decida a expresar algo, animarle, no agobiar al niño sobre su conducta en el colegio preguntándole si ha hablado o se ha relacionado. Y finalmente, buscar juegos específicos que promuevan su interactividad, que de algún modo le inviten a hablar y a divertirse a la vez.
A través de la asociación Selective Mutism se pueden encontrar respuestas a algunas de las dudas que plantea este problema.
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