De temas importantes
Responder a las preguntas de los hijos no es tarea fácil en según que temas, en Cosas de Bebés te damos 10 claves a tener en cuenta a la hora de hablar con los hijos sobre temas difíciles.
Responder a las preguntas de los hijos no es tarea fácil en según que temas, en Cosas de Bebés te damos 10 claves a tener en cuenta a la hora de hablar con los hijos sobre temas difíciles.
La muerte de una mascota, la sexualidad, incluso un divorcio, la adopción o la pérdida de un familiar,son temas delicados.
Los niños son como esponjas que absorben el ambiente que los rodea, lo que les hace plantearse dudas y preguntas a las que deben dar respuesta los padres. Ellos son los encargados de transmitir los valores y principios a los hijos, si los padres eluden una conversación con sus hijos por incomodidad éstos irán a buscar información a otro sitio o persona, que puede transmitirles unas ideas muy distintas a los valores familiares.
1. La mayoría de las veces las preguntas mas complicadas aparecen el los momentos más inoportunos e inesperados. A pesar de la sorpresa inicial en los padres la reacción menos indicada es tratar de desmentirla o ignorarla. El uso de frases como: “es un tema importante y hay que hablarlo con calma cuando lleguemos a casa/cuando lo haya pensado mejor” o “voy a buscar información para poder explicártelo mejor” son una buena opción. Hay que darse tiempo para pensar cómo se quiere tratar el tema con el niño.
2. Por supuesto, aunque se haya pospuesto la conversación hay que retomarla lo antes posible. Si se promete a un niño que se hablará del tema, así debe ser; si no son los padres quienes responden a la pregunta, el niño tratará de buscar otras fuentes: amigos, televisión, otro familiar…
3. Hablar con la pareja o la familia sobre qué valores se quieren transmitir al hijo respecto al tema. De este modo existirá unanimidad a la hora de acercarle una idea consistente. La divergencia de opiniones entre familiares o progenitores podría confundir al hijo.
4. Nunca es demasiado temprano para empezar a hablar de estos temas. Si un hijo lo pregunta es porque ha oído hablar de ello y no se puede esperar para empezar a darle información. Si siente curiosidad por ello lo más probable es que no pare de insistir hasta que averigüe lo que quiere, ya sea por parte de los padres o de otras fuentes.
5. Algunos temas pueden abrumar a los padres, pero si se empieza preguntando al niño qué es lo que él sabe de eso, lo más probables es que la explicación que los padres deben proporcionar sea muy básica.
6. La edad del hijo debe influir en el tipo de explicaciones que los padres han dar. Las respuestas se deben adaptar a la comprensión del niño. Éstas deben ser claras, concretas y breves. Dosificadas en función de las preguntas que se van haciendo, nunca de golpe. Lo más probable es que el hijo sólo necesite conocer un aspecto concreto del tema, si son más, preguntará por ellos también.
7. Es responsabilidad de los padres iniciar las conversaciones sobre temas importante si notan cierta preocupación en el hijo, o si se dan cuenta de que éste tiene preguntas que no se atreve a hacer.
8. Nunca una persona adulta debe reírse, ridiculizar o desmentir tajantemente una pregunta de un niño. En ocasiones la forma de expresarlas resulta graciosa o muy directa, pero ello no debe ser motivo de burla o vergüenza.
9. Fomentar un ambiente abierto es condición indispensable para que los hijos sientan que pueden preguntar cualquier cosa. Aunque los padres desconozcan las respuestas, siempre pueden tratar de averiguarla juntos. Todo ello fomentará un clima de comunicación muy beneficioso tanto para unos como para otros: los hijos se sentirán seguros con las respuestas del os padres y éstos conocerán las preocupaciones de sus hijos.
10. Elemento imprescindible: La Paciencia. Hablar de los mismos temas una y otra vez no sólo permite que el niño disponga de tiempo para procesar y comprender la nueva información, si no que también recordará con nitidez los conocimientos que sus padres le han trasmitido
JR.
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Autor: Macinate
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