Uno de los enemigos más feroces de la autoestima son los complejos. Crecer con frases como “por qué no eres como tu hermano” o “mira que guapo e inteligente es tu vecino”, puede terminar con la autoestima de nuestro hijo.
Si adicionalmente el niño tiene alguna diferencia explícita con lo que se denomina “niños normales”, las necesidades de fortaleza se ven incrementadas exponencialmente.
Como norma general es fundamental que los niños crezcan teniendo presente que todas las personas somos distintas y dentro de esa condición única que tenemos los seres humanos, existen diferencias aún más claras y explícitas.
Diferencias especiales
Los niños se preguntan con frecuencia acerca de las diferencias que observan en otros niños. La aceptación de las diferencias se produce de forma natural en el proceso de aprendizaje siempre que se hable de ellas con respeto y aceptación.
Para ello, hay que hacer un ejercicio de reflexión como padres en el que se valore el grado de tolerancia que, como adultos, tenemos ante las diferencias de costumbres, culturas, etc., cuál es el nivel de respeto que, como adultos, mostramos ante situaciones que se alejan de los preceptos sobre los que se guía nuestra vida.
Para formar niños tolerantes es fundamental no confundir los conceptos, no es lo mismo la tolerancia que la lástima, no es lo mismo la solidaridad que la caridad, no es lo mismo el respeto que la indiferencia.
Es importante que los niños sepan que existen otros niños con diferencias que requieren dosis extra de apoyo y protección.
Y para los niños con necesidades especiales
Si nuestro hijo tiene necesidades especiales, el trabajo de padres se debe plantear desde el extremo opuesto y partiendo del conocimiento que los padres tienen de él. Apoya a tu hijo destacando sus habilidades y minimizando los efectos de sus carencias. Explícale siempre en qué consiste su “diferencia” y cómo puede aprender a vivir con ella sin que ésta interfiera en su autonomía, aprendizaje y desarrollo.
Los niños con necesidades especiales requieren dosis extra de refuerzo, apoyo y motivación. Sea cual sea la diferencia entre tu hijo y los otros niños, la fortaleza y la autoestima pueden suplir cualquier carencia. Son impresionantes los logros de personas que, aún presentando alguna minusvalía, consiguen logros increíbles gracias a una educación basada en el fomento de las cualidades y la construcción de un mundo interior en el que la premisa básica es creer en sí mismo.
Si adicionalmente el niño tiene alguna diferencia explícita con lo que se denomina “niños normales”, las necesidades de fortaleza se ven incrementadas exponencialmente.
Como norma general es fundamental que los niños crezcan teniendo presente que todas las personas somos distintas y dentro de esa condición única que tenemos los seres humanos, existen diferencias aún más claras y explícitas.
Diferencias especiales
Los niños se preguntan con frecuencia acerca de las diferencias que observan en otros niños. La aceptación de las diferencias se produce de forma natural en el proceso de aprendizaje siempre que se hable de ellas con respeto y aceptación.
Para ello, hay que hacer un ejercicio de reflexión como padres en el que se valore el grado de tolerancia que, como adultos, tenemos ante las diferencias de costumbres, culturas, etc., cuál es el nivel de respeto que, como adultos, mostramos ante situaciones que se alejan de los preceptos sobre los que se guía nuestra vida.
Para formar niños tolerantes es fundamental no confundir los conceptos, no es lo mismo la tolerancia que la lástima, no es lo mismo la solidaridad que la caridad, no es lo mismo el respeto que la indiferencia.
Es importante que los niños sepan que existen otros niños con diferencias que requieren dosis extra de apoyo y protección.
Y para los niños con necesidades especiales
Si nuestro hijo tiene necesidades especiales, el trabajo de padres se debe plantear desde el extremo opuesto y partiendo del conocimiento que los padres tienen de él. Apoya a tu hijo destacando sus habilidades y minimizando los efectos de sus carencias. Explícale siempre en qué consiste su “diferencia” y cómo puede aprender a vivir con ella sin que ésta interfiera en su autonomía, aprendizaje y desarrollo.
Los niños con necesidades especiales requieren dosis extra de refuerzo, apoyo y motivación. Sea cual sea la diferencia entre tu hijo y los otros niños, la fortaleza y la autoestima pueden suplir cualquier carencia. Son impresionantes los logros de personas que, aún presentando alguna minusvalía, consiguen logros increíbles gracias a una educación basada en el fomento de las cualidades y la construcción de un mundo interior en el que la premisa básica es creer en sí mismo.
Juliana Ramírez
Lic. Trabajo Social
UNMSM
Fuente: Peques
No hay comentarios:
Publicar un comentario