Existe una clara relación entre la dieta que lleve una mujer y el sexo del futuro bebé que pueda concebir según la investigación que ha realizado un grupo de científicos de la Universidad de Exeter y de la Universidad de Oxford. Se trata de la primera evidencia científica que muestra que las calorías son condicionantes en el sexo del futuro bebé.
Parece ser que con un elevado consumo de calorías, se activa un mecanismo en el organismo de la mujer (todavía desconocido) para que el bebé tenga más posibilidades de ser un varón. Los investigadores se basan en los trabajos realizados sobre las fertilizaciones in vitro, en las que se ha descubierto que los niveles elevados de glucosa inducen al crecimiento de embriones masculinos inhibiendo el crecimiento de los embriones femeninos.
Esta podría ser una de las respuestas al descenso de natalidad masculina en los países industrializados, donde las mujeres se preocupan por su alimentación y por su aspecto físico.
En la naturaleza existen mecanismos que provocan en los animales mayores nacimientos de varones o hembras dependiendo de la escasez de alimentos y de las condiciones climatológicas, ante situaciones adversas nacen más hembras que permitirán garantizar la continuidad de la especie.
A pesar de que son los espermatozoides los que determinan el género del futuro bebé, dado que son los que cuentan con el cromosoma X o Y, mientras que el óvulo femenino sólo lleva el cromosoma X, los investigadores concluyen que la dieta de la mujer puede favorecer el desarrollo de uno u otro sexo.
Tras estudiar los hábitos alimenticios que tenían antes de concebir y durante los primeros días del embarazo más de 700 mujeres embarazadas, se descubrió que además de una mayor ingesta de calorías, una mayor cantidad y variedad de nutrientes en la dieta influía en la natalidad masculina.
Ahora hay que estudiar cuál es el mecanismo natural que lleva a la determinación del sexo de los bebés y que reafirma la hipótesis de que la naturaleza busca la continuidad de la especie.
Para elegir el sexo del bebé, también se pueden tener en cuenta métodos menos científicos pero que parecen funcionar según la opinión de miles de madres, como por ejemplo el calendario chino para elegir el sexo del bebe.
JR.
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