Las mascotas son un miembro más de la familia, muchas veces para los matrimonios y parejas que aún no han tenido niños, los perros y gatos ocupan ese papel en la relación.
Los animales de compañía pueden representar un problema cuando la pareja decide tener un bebé, ya que las prioridades cambian por completo y lógicamente la mascota pasará a otro plano, por lo que la relación entre el bebé y la mascota debe ser algo que se maneje con cuidado.
Si bien es más que lógico que la mascota merece seguir teniendo la atención de sus dueños, la llegada del nuevo integrante de la familia precisara de todo el cuidado y el interés de sus padres, por eso hay que tener en cuenta ciertas pautas para no relegar al animal previniendo también posibles acciones negativas a causa de los celos.
Lo primero que hay que hacer es dejar que el animal conozca al bebé, que lo mire y olfatee en el caso de ser un perro, o que lo vaya conociendo según se sienta mas confiado, si se trata de un gato, esconderlo o negárselo puede ser perjudicial ya que los animales suelen ser testarudos y harán todo lo posible por acercarse tarde o temprano.
Jamás se dejaran solos a la mascota y el bebé, en cada situación los padres deben estar muy atentos y tomar precauciones para evitar problemas, no olvidemos que los animales no miden su fuerza o reacciones a ciertos estímulos, por ejemplo el llanto del niño.
Cuando un bebé llega a la casa hay que tomar ciertas cosas en cuenta con respecto a la mascota.
Es muy importante controlar la limpieza y cuestiones higiénicas, sobre todo en lo referido a la materia fecal, no hay que olvidar que las mascotas deben desparasitarse cada 3 o 4 meses para evitar cualquier problema de salud o contagio.
No se debe permitir que el animal duerma o juegue en las camas o en las superficies donde se ponga al bebé, si suelen hacerlo hay que comenzar gentilmente a cambiar sus costumbres, recordando siempre hacerlo con buenos tratos.
Para que no sienta cambios bruscos, hay que intentar mantener las rutinas de aseo, paseo y juegos con la presencia del bebé, para que vaya incluyendo su participación y lo asimile como algo normal, de esta forma la relación entre el bebé y la mascota será más natural.
Lo principal es transmitirle a la mascota que no hay nada malo en el cambio y la llegada del bebé, cada uno debe tener la atención y el cuidado que se merece desde su lugar, muchos animales se muestran muy cuidadosos y afectuosos con los pequeños, así que estas actitudes siempre deben alentarse.
JR.
Pequelia
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