LA IMPORTANCIA DE GATEAR EN EL DESARROLLO DEL BEBÉ

En determinado momento de la vida de nuestro hijo, la curiosidad por conocer qué hay más allá del reducido mundo que lo rodea lo llevará a comenzar a explorar mediante su propia movilidad. Primero, tratará de desplazarse arrastrándose, para poco después comenzar a reforzar sus músculos, mejorar su postura y lograr el equilibrio adecuado que le permita gatear por toda la casa.

Gatear es el primer eslabón en la cadena del desarrollo de la movilidad de los bebés, que comienza por lo general a los 6 meses de vida y suele durar entre 3 a 4 meses, momento en que el niño comenzará a dar sus primeros pasos.

La actividad relacionada al gateo es sumamente importante en el desarrollo físico de los bebés, ya que le permite aprender a controlar su equilibrio, coordinar sus manos y pies, y le ayuda a fortalecer los músculos de sus piernas para prepararlos para el gran momento en que comiencen a caminar.

Pero la importancia de gatear no sólo se reduce al aspecto físico, sino que además contribuye notablemente al desarrollo intelectual del niño, mejorando su capacidad visual y por ende su velocidad de aprendizaje, que influye incluso en las etapas escolares de los pequeños.

Recientes investigaciones en este campo han demostrado que los bebés que gatean desarrollan mejor la capacidad de visión de puntos y objetos cercanos, es decir a corta distancia. Por consecuencia, el aprendizaje de leer y escribir será mucho más sencillo y rápido para un niño que ha gateado que para uno que no ha cumplido con esta etapa.

Por otra parte, gracias al gateo los bebés pueden lograr una mayor coordinación cerebral, lo que incidirá directamente en el desarrollo futuro de otras habilidades del niño.

Es por ello, que es sumamente importante ofrecerle al bebé el espacio adecuado para que pueda gatear libremente, con lo que estaremos fortaleciendo su autonomía y seguridad.

En definitiva, gracias a esta importante etapa del gateo, los niños pueden perfeccionar su movilidad y coordinación corporal, comenzar a sentirse independientes, ya que no requieren de la ayuda de un adulto para desplazarse, y desarrollar su seguridad en relación a su entorno, proponiéndose metas que puede lograr de manera autónoma.

Más allá de la importancia del gateo, debemos mencionar que existen gran cantidad de niños que comienzan a caminar sin haber pasado por la etapa de gateo. Esto no significa que el pequeño sea menos inteligente, sino que en definitiva ha tenido tiempos diferentes de evolución que otros bebés.

Dicovery Salud

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