Al parecer, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos), existe una relación entre el dolor de tripa crónico y maltrato infantil. Aunque parezca algo extraño, los investigadores indican que el dolor de tripa reiterado, sin causa aparente, puede ser la forma en la que expresa el menor su sufrimiento por ser maltratado.
Para llegar a esta conclusión los especialistas utilizaron diversos estudios longitudinales (medidas variables de varios grupos de niños que han sido recabadas en un periodo de tiempo amplio o en momentos puntuales) de niños que sufrieron malos tratos o negligencia. Se tomaron los datos de cinco estudios prospectivos (diferentes trabajos y procedimientos) realizados con 1.354 menores que sufrieron diferentes grados de abusos físicos, psíquicos, sexuales o que se encontraban en un elevado riesgo de sufrir alguno de estos problemas.
Del total de menores, los expertos centraron su investigación en 845 niños porque existía un elemento común, todos sufrían dolor de tripa crónico. Se realizó un seguimiento de los menores hasta que cumplieron 12 años, se intentaba determinar la relación entre el maltrato infantil y el dolor de tripa sin que existiera causa médica que lo justificara. Los expertos apuntan que existe un nexo de unión entre ambos factores relacionado con el estrés psicológico que los niños sufren al ser maltratados.
Los datos fueron recabados por los responsables del servicio de protección al menor, para ello rellenaron diversos cuestionarios de seguimiento sobre los problemas gastrointestinales que los menores estuvieron sufriendo, así como su frecuencia durante un periodo de 10 años. A partir de los 12 años fueron los propios menores quienes rellenaban los cuestionarios. Paralelamente se realizaron evaluaciones psicológicas para conocer los problemas emocionales que sufrían y su medida, ansiedad, comportamiento, estrés, etc.
Ahora recordamos el post el maltrato infantil y los cambios genéticos, un estudio canadiense mostraba que el maltrato infantil podía provocar cambios genéticos que aumentaban el riesgo de suicidio. Según concluían, se alteraba la expresión del gen NR3C1, gen responsable de codificar una proteína que podía actuar como factor de transcripción y a su vez, ser responsable de regular otros factores de transcripción (proteína que participa en la regulación de la transcripción del ADN), la conclusión mostraba por tanto cambios genéticos.
Como podemos comprobar, el maltrato infantil afecta de forma profunda y sus signos pueden ser variados, el dolor de tripa o los cambios genéticos serían algunos ejemplos, recordemos también que un trauma infantil eleva el riesgo de sufrir Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), quizá en próximos estudios se puedan desvelar otras consecuencias asociadas al maltrato y los traumas.
A través de la publicación digital El Mundo podemos saber que los expertos puntualizan una posible conexión entre el cerebro y el intestino, y una relación entre el estrés y el dolor de tripa, los resultados muestran que cualquier forma de maltrato incrementa significativamente el riesgo de sufrir problemas gastrointestinales en comparación con los niños que no han sufrido ningún tipo de maltrato, un tratamiento psicológico podría ser la clave para reducir las molestias abdominales.
Los investigadores han constatado además que son las niñas quienes sufren más este problema y el tipo de abuso asociado es de carácter sexual o psicológico, de hecho, un abuso sexual precede o coincide, según los investigadores, con el dolor de tripa en el 91% de los casos. Los niños son los que más abusos físicos sufren y aunque el dolor de tripa es también evidente, se produce en menor medida. Los especialistas aconsejan al personal sanitario que esté alerta con aquellos niños que se quejan del dolor de tripa reiteradamente, detrás del dolor puede estar ocultándose un caso de maltrato infantil sin que existan signos físicos que lo evidencien. Puedes conocer más detalles de la investigación a través del artículo publicado en la revista científica Annals of Family Medicine.
JR/El Mundo
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