La exploración genital infantil comienza a una edad muy temprana, los niños pequeños se tocan siendo una conducta totalmente normal, cuyo único objetivo es descubrir su cuerpo y conocerse mejor, es algo que forma parte del desarrollo infantil. Recordemos que los niños mantienen una continua exploración del mundo que les rodea, es lógico que también exploren su cuerpo.
Algunos padres, ante la exploración genital infantil tienden a retirar la mano del niño alarmados, como si se tratase de una escena escabrosa, algo que según los especialistas no es recomendable porque se transmiten sentimientos negativos y se niega la posibilidad de que descubran su cuerpo. Los niños no tienen tampoco la misma percepción de los genitales que la que pueden tener los adultos y tampoco conocen bien la finalidad de ellos.
Según los especialistas, los padres deben actuar con naturalidad y raciocinio, los niños deben superar todas las etapas y una vez adquieran percepción de sí mismos dejarán de tocarse. Negarles esta exploración podría provocar que en un futuro pudieran tener problemas en sus relaciones íntimas como resultado de una frustración en la edad infantil.
Si los padres se comportan de modo tranquilo y sin alarmismos, los niños tienden a restar importancia a esa parte de su cuerpo y en poco tiempo ya no prestan atención porque ya la conocen. Por otro lado, los niños tienden a imitar a sus padres, si ven que ellos no se tocan los genitales, también adoptarán este comportamiento.
Al parecer, la exploración genital infantil es más frecuente en niños que en niñas y la explicación de ello es muy sencilla, los genitales masculinos son mucho más accesibles y llamativos que los genitales femeninos. Por ello, a partir de los 18 meses de edad es habitual ver que un niño se toque los genitales, aunque esto no quiere decir que no lo hagan las niñas, tardan un poco más pero también realizan esta exploración.
A partir de los 36 meses de edad, los niños empiezan a fijarse en otros niños, especialmente si son del sexo opuesto, es entonces cuando hay que empezar a enseñarles algunas normas morales que atañen a la sexualidad infantil, pero siempre entendiendo que esta actitud es fruto de la curiosidad y las ganas de conocer y aprender. Las explicaciones que se deben proporcionar deben de ser acordes a su edad y orientadas al respeto de lo ajeno, ya que en estas edades nada tiene que ver el sexo o el deseo. Por cierto, recomendamos leer el post hablar de sexo con nuestros hijos.
Terra
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