Si bien durante muchos años gran cantidad de especialistas aconsejaban a los padres a llevar a sus hijos para que les realizarán la llamada circuncisión como un método de higiene y prevención de infecciones, lo cierto es que en la actualidad los médicos coinciden en asegurar que esta práctica no es imprescindible.
Según una serie de estudios, se ha demostrado que la cirugía de nominada postectomía, más conocida como circuncisión, no necesariamente es una práctica que permite prevenir la fimosis, ya que esta enfermedad puede evitarse siempre que se procure una eficaz higiene en la zona genital de los niños.
A pesar de que durante décadas diferentes culturas como los judíos y musulmanes han llevado a cabo esta práctica en los recién nacidos por cuestiones religiosas, y que posteriormente otras culturas han adoptado la circuncisión como una verdadera y eficaz técnica higiénica, lo cierto es que no representa un método que realmente pueda prevenir infecciones.
En la actualidad, en la mayoría de los países del mundo sólo se practica la postectomía en el caso de que se presente una fimosis, y siempre después de que los tratamientos con medicamentos no den el resultado esperado.
Tengamos en cuenta que hoy en día existen un sinfín de opciones en cuanto a medicación para tratar este tipo de infecciones, como por ejemplo cremas especialmente diseñadas para relajar la piel del prepucio.
Por otra parte, gran cantidad de padres no son partidarios de que se les realice a sus hijos el método de circuncisión, para lo cual existe en la actualidad una tercera variante de intervención quirúrgica denominada plastia, que básicamente consiste en el alargamiento del prepucio, a través de una sección transversal.
Las distintas etapas
Es importante que los padres conozcamos las diferentes etapas del desarrollo físico de nuestros hijos, dentro de lo cual también debemos incluir el desarrollo de sus órganos genitales y su despertar a la sexualidad.
Cuando un niño nace, el prepucio, es decir la piel que cubre la extremidad del pene, se encuentra adherido al glande, unión que con el paso de los años desaparecerá.
Se estima que cuando el niño alcanza la edad de alrededor de los 3 ó 4 años, el glande se descubre separándose del prepucio, momento en el cual comienzan las primeras erecciones.
De acuerdo a la opinión de muchos especialistas, este proceso es realmente beneficioso desde el punto de vista higiénico, ya que el prepucio continúa protegiendo al glande en una etapa en que el niño que aún no puede higienizarse por sí mismo. Tengamos en cuenta que en los primeros años de vida los pequeños utilizan pañales, por lo que el prepucio protege al glande de la orina y las defecaciones que pueden acumularse en el pañal.
En resumen, después de largas investigaciones realizadas, podemos asegurar que la circuncisión no siempre es necesaria, y que debe evitarse como método de higiene y prevención de infecciones, ya que no provee de una garantía real.
En las próximas publicaciones de este informe especial, te brindaremos más información acerca de la práctica de la circuncisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario